Está de más decir que todos cargamos con problemas cada día
de nuestras vidas. Hay fechas dónde se siente más difícil respirar sin suspirar
y otras dónde la vida no huele tanto a albañil al mediodía sino como bebé
recién bañado.
Existe un sentimiento de odio global por los lunes porque
para muchos estará comenzando su semana. También aumentan las posibilidades de
querer atravesarte una Gillette por la yugular en plena tarde de domingo. Se te
puede hacer muy fácil creerle a las malas lenguas que un miércoles es un día de
miércoles. Mirás al calendario y descubrís un enjambre de martes y viernes 13. Te
rompen el corazón justo un sábado a la noche y no tenés ganas de deprimirte en
público. Para completarla, la happy hour es conquistada por noticieros de
aspectos innecesarios de la vida de los demás, y posiblemente se emite un
teledrama super predecible contado con la cara de queso azul de Estevanez o
Suar.
Decime, qué mierda hacés con una vida así? No sabés? Genial,
acá te mando un par de consejos para que después me debas la vida. Principalmente,
tenés que empezar a pensar que existen infinitas posibilidades para todo. Por supuesto
que hablo de nuestras habilidades, nadie puede hacer llover, volar o revivir un
muerto. No nos vayamos a los extremos aún. Bueno, ahora si.
En caso de aburrimiento en tiempo libre:
-si podés, salí. Andá a pasear, visitá un amigo, tomate el
primer colectivo que pase (aunque tengas vehículo propio) y bajate dónde te
parezca interesante. Nunca sabés con qué te podés encontrar. Disfrutá de
placeres individuales, conocé luagres nuevos para tu GPS mental, buscá eventos
por el diario o internet. Andá al teatro, al cine, al parque, al shopping, a un
bar o cafertería, museos, espacios culturales, plazas. Charlá con desconocidos
en lugares públicos, alimentá palomas, leé un libro, salí a correr o patinar,
practicá un deporte. Estoy seguro que cuando te activás, tu imaginación se pone
más gauchita.
-si no podés salir porque no tenés movilidad, plata para el
colectivo o estás enfermo: invitá a alguien a jugar juegos de mesa o videos juegos,
ver DVD’s, escuchar música, ver tv o un
recital por youtube. Hasta podés hacerlo por tu cuenta. Si se te rompió la
compu o cayó internet, hacé zapping (en el peor de los casos). No soy fan de la
tv y menos de la nacional. Podés dibujar, pintar, decorar, cambiar los muebles
de lugar, armar rompecabezas, hacer un crucigrama o sudoku, inventar una receta
con lo que haya en la heladera, limpiar, ordenar, regar plantas, hacer llamadas
graciosas a desconocidos o charlar con amigos que hace mucho que no ves, leer
un libro o revista, escribir lo que tengas en mente, hacer papel reciclado,
tirar cosas viejas, hacer un collage. Buscá escusas en tu casa para mantenerte
ocupado asesinando un par de horas.
Si son las responsabilidades las que te bajonean:
Si podés, acompañá todo con música, usá colores diferentes
cada día dependiendo de lo que hagas. Si le has impuesto un orden a tus tareas,
cámbialo. Sonreile a tus enemigos, hacele cosquillas a tus amigos y guíñale un
ojo a quien te guste.
El secreto es disfrutar todo al máximo. Si, todo. Comida,
familia, clima, aromas, chistes, sorpresas, amigos, sexo, etc. A partir de
ahora cada cosa que sucede en tu vida no es un problema, es una oportunidad
para tirarte de cabeza en una piscina llena de mierda soportable. Es mejor que
un inodoro vacío, nada para hacer. Si tenés los huevos u ovarios suficientes
como para darle duro y sin asco a tu vida, dejá de leer esto y empezá.